Desgraciadamente, surgen muchos momentos inesperados en la vida, como me ocurrió a mí, que me quedé viuda con 36 años tras un accidente de tráfico; nunca hubiera pensado que algo así pudiese sucederme.
Queremos ayudarte a sobrellevar mejor esta situación, el duelo por la pérdida de un ser querido. En primer lugar, hay que recordar algo muy importante: la vida de quienes se encuentran alrededor de nosotros no nos pertenece. Todos venimos de forma milagrosa a este mundo, pues, estadísticamente, que se fecunde un óvulo resulta casi imposible.
Numerosos cálculos matemáticos demuestran que las probabilidades de que un espermatozoide consiga fecundar un óvulo son tan ínfimas que solo puede considerarse un milagro.
Si somos un milagro de la naturaleza, si realmente nuestra vida procede del azar fortuito, debemos pensar que cada uno de los que decidimos venir aquí tenemos una tarjeta, en la cual aparecen una fecha de inicio (nacimiento) y otra de final de ciclo (óbito).
Existen seres que viven unos días, unos meses o pocos años; otros que viven una infancia, una juventud, una madurez; y hay muchos que disfrutan de una larga vida. Pero nadie -ni tus hermanos, ni tus hijos, ni tu pareja, ni tu madre es de tu propiedad. Por lo cual, esto es algo muy importante que debemos tener en cuenta: todos venimos a realizar una misión en nuestra vida, pero hay quienes la terminan antes y se han de marchar inexorablemente.
Considero que nuestra existencia es como una escuela, como una universidad: cuando ya has aprendido lo que tenías que aprender, te vas. Nadie se queda en la facultad si ha terminado la carrera. Nadie se queda en una escuela si ha finalizado los cursos. Eso es muy difícil de entender aquí, en una sociedad occidental, porque no se nos prepara para la muerte, solamente se nos prepara para vivir, vivir de forma exitosa, vivir trepando, consiguiendo cosas materiales, pero no tenemos la información necesaria para la parte espiritual.
Desde el mismo momento en que naces te queda un día menos hacia la muerte, pues vienes para experimentar un ciclo de comprensión, de experiencias y vivencias, para amar, ser amado/a…, pero siempre para un ciclo de vida concreto.
Yo he visitado muchos países, he estado también con la ONG que creé, y percibí que en muchos lugares del mundo la cultura es totalmente diferente, sí que se les prepara para la muerte; por ejemplo, en Vietnam teníamos relación con una familia donde había fallecido un miembro importante, y se reunían todos los familiares y amigos (unas 40-50 personas cada año) para organizar una cena celebrando que se había marchado a un sitio mejor. Aunque el dolor y la añoranza por la pérdida de ese ser querido permaneciera en el corazón, ellos tenían muy claro que donde había ido es mejor que donde estamos, por eso lo celebraban.
Aquí no, aquí lo consideramos una pérdida. Por ejemplo, yo durante el tiempo que regenté mi farmacia tuve muchos clientes que habían perdido a su mujer, su marido o hijos, y me decían: «Es que Dios me lo ha robado. Me ha abandonado». Y yo les contestaba: «No, perdona, es que no era de tu propiedad, nadie te ha robado nada, es que tu marido o tu esposa se ha marchado porque se tenía que marchar». La vida es así, aunque parezca mentira. Incluso a madres que habían perdido a sus hijos y resultaba difícil consolarlas, yo les preguntaba: «Y si, por ejemplo, tu hijo te dijera: “Mamá, me tengo que marchar a un país del que no puedo regresar porque estoy incomunicado, pero allí yo soy muy feliz, y me voy porque quiero irme. Aunque no me veas, quiero que estés tranquila, pues esto es lo que yo deseo”. Eso lo entenderías, ¿verdad?».
Cuando falleció mi marido, yo no me dirigía al cielo reprochando «Me lo has quitado», sino que me dirigía hacia el cielo y hacia él diciendo «GRACIAS por el tiempo que me has regalado, GRACIAS porque la mitad de tu vida me la has ofrecido a mí y a nuestro hijo, GRACIAS por el tiempo que hemos compartido». Me sentía agradecida por el tiempo que vivimos juntos, y ese era mi tributo a Dios y a mi esposo.
Cuánta gente en su vida no ha tenido una pareja, cuánta gente se ha privado y no ha conocido a un ser amado por compañero/a de viaje. Es un regalo que alguien te dedique su amor, parte de su vida, su tiempo, cuidados… Eso no lo pensamos. No pensamos en el tiempo que nos han regalado.
Yo creo que hay otra vida, y otra vida mucho mejor que la que conocemos, porque esta, desde luego que es un valle de lágrimas, un lugar de aprendizaje, una universidad. Pero cuando realmente acabas de estudiar, te tienes que marchar. Si eso nos lo enseñaran desde pequeños no sufriríamos. Desde el aprendizaje de mi propia experiencia es lo que pretendo comunicaros, porque es la mejor forma de entender la vida y la muerte.
En Sinthesis Salud tenemos varias fórmulas para mejorar esa fase tan difícil de la vida.
2- El Batido Esencial Vida lo elaboré porque me había
quedado muy débil y con mucha anemia, ya que debía
afrontar numerosos acontecimientos en aquel momento,
y este batido me proporcionó toda la vitalidad y energía
necesarias para enfrentarlos con éxito. Lo sigo tomando
desde hace 22 años.
Tenemos a muchos pacientes en Sinthesis Salud que nos
han comentado su testimonio tras ingerir el batido durante el duelo, y todos coinciden en que fue su soporte vital.
¿Por qué funciona así? La explicación resulta sencilla: las células del sistema nervioso se nutren gracias a su fórmula, y debido a su composición actúan correctamente. Cuerpo sano, mente sana.
3- Fórmula magistral que mejora la calidad del sueño (no se encuentra disponible en la web, debe solicitarse). Hemos creado una mezcla muy efectiva a base de extractos de plantas muy potentes, indicadas para momentos que nos hacen perder el sueño con facilidad.
Necesitamos siempre ver la botella medio llena en lugar de medio vacía, y a mí me gustaría realmente que si sentís dolor y requerís un acompañamiento durante un tiempo nos lo hicierais saber. Para ello vamos a crear un CURSO muy pronto, para todas aquellas personas que tienen que afrontar un duelo o el tránsito de una despedida, cuando la persona querida se está marchando. Os lo comento porque recientemente ha fallecido mi madre y sé por lo que estáis pasando y cuánto se sufre.
A través de mi experiencia puedo ayudaros con éxito a quienes lo necesitéis. También podéis solicitar una cita para reservar un tratamiento personalizado o asistir a un curso, tanto presencialmente como por Zoom.
Más adelante organizaremos un retiro. Si deseas asistir, comunícanoslo, y cuando tengamos el número de personas necesarias lo llevaremos a cabo. Reunirnos con quienes atraviesan experiencias similares refuerza el grupo. Cuando meditan dos personas juntas nos encontramos con un 2 elevado al cuadrado, si meditan tres estaremos ante un 3 elevado al cubo, y así de manera exponencial. Por esta razón la ayuda es mayor cuantas más personas intervengan.
Adelante, la vida es bella si la sabemos vivir, o puede ser muy dura si no la sabemos comprender. Amor y gratitud para todos.
Si necesitas más información y quieres consultarnos tu caso, no dudes en contactar con nosotros. Nos sentimos encantados de ayudarte en el proceso de mejora y cambio en tu calidad de vida. Recuerda que estamos a tu servicio; si tienes algún tema que te gustaría que desarrolláramos, proponlo en el correo comunicacion@sinthesissalud.com.
No olvides que puedes concertar una cita on-line o presencial con la licenciada Sabina Calatayud, CEO de la empresa, para que juntos busquemos una solución a aquellos casos sin resolver que te preocupan. Tendrás una tarifa especial por pertenecer a la familia Sinthesis Salud.
Si consideras que esta información ha sido útil para ti y puede ayudar a otras personas, COMPÁRTELO.
Esperamos que todo lo que te hemos contado sirva para mejorar tu vida.
Lda. Sabina Calatayud